La Fundación Desierto de Atacama ha denunciado a través de redes sociales la destrucción de los milenarios geoglifos de Alto Barranco, ubicados en el sector de Caramucho, al sur de la comuna de Iquique, en la región de Tarapacá, Chile. Se acusa a conductores de motocicletas y vehículos 4×4 por dañar las figuras geométricas y zoomorfos realizados por pueblos prehispánicos entre los años 1000 y 1540 d. C. en las laderas de los cerros. Estas figuras, de hasta 30 metros de tamaño, servían como guías en las rutas.
La organización hace un llamado a la protección y conservación del patrimonio arqueológico, histórico, cultural y natural del desierto de Atacama. Expertos advierten que es difícil que los responsables del daño no hayan visto las figuras debido a su gran tamaño. El arqueólogo Luis Pérez lamenta que una vez que pase la noticia del daño, es probable que sigan perdiéndose geoglifos. Este tipo de acciones amenazan la existencia milenaria de estos sitios arqueológicos.
Los geoglifos fueron realizados extrayendo el material superficial para crear figuras que contrastan con la superficie natural de los cerros. Se cree que servían como guías para viajeros, para señalar flujos de agua, ritos locales o plasmar la pertenencia. En Chile, los geoglifos son considerados Monumentos Arqueológicos y pertenecen al Estado, no necesitando un proceso de declaratoria. La destrucción de estos geoglifos representa un daño irreparable al patrimonio cultural y arqueológico del país.
06.09.2024
Denuncia de la Fundación Desierto de Atacama por la destrucción de geoglifos milenarios en Chile
Denuncia de la Fundación Desierto de Atacama por la destrucción de geoglifos milenarios en Chile
La Fundación Desierto de Atacama ha denunciado la destrucción de milenarios geoglifos en el desierto chileno
La Fundación Desierto de Atacama ha denunciado a través de redes sociales la destrucción de los milenarios geoglifos de Alto Barranco, ubicados en el sector de Caramucho, al sur de la comuna de Iquique, en la región de Tarapacá, Chile. Se acusa a conductores de motocicletas y vehículos 4x4 por dañar las figuras geométricas y zoomorfos realizados por pueblos prehispánicos entre los años 1000 y 1540 d. C. en las laderas de los cerros. Estas figuras, de hasta 30 metros de tamaño, servían como guías en las rutas.
La organización hace un llamado a la protección y conservación del patrimonio arqueológico, histórico, cultural y natural del desierto de Atacama. Expertos advierten que es difícil que los responsables del daño no hayan visto las figuras debido a su gran tamaño. El arqueólogo Luis Pérez lamenta que una vez que pase la noticia del daño, es probable que sigan perdiéndose geoglifos. Este tipo de acciones amenazan la existencia milenaria de estos sitios arqueológicos.
Los geoglifos fueron realizados extrayendo el material superficial para crear figuras que contrastan con la superficie natural de los cerros. Se cree que servían como guías para viajeros, para señalar flujos de agua, ritos locales o plasmar la pertenencia. En Chile, los geoglifos son considerados Monumentos Arqueológicos y pertenecen al Estado, no necesitando un proceso de declaratoria. La destrucción de estos geoglifos representa un daño irreparable al patrimonio cultural y arqueológico del país.